Enfrentar situaciones que marcan un antes y un después en la carrera profesional, como una auditoría sorpresa que detecta inconsistencias en el software de facturación de una filial, puede resultar un desafío abrumador.
¿El resultado? Sanciones, noches en vela y una valiosa lección sobre la importancia del cumplimiento proactivo.
Hoy, con la llegada de Verifactu, una extensión de la Ley 11/2021, los responsables de IT y Finanzas enfrentan un desafío similar, pero con una oportunidad única: convertir el cumplimiento normativo en una ventaja competitiva.
Esta normativa no solo exige la certificación de los sistemas de facturación y la inclusión de códigos QR en las facturas, sino que también apuesta por la transparencia y la trazabilidad como pilares de la lucha contra el fraude fiscal. Afecta a autónomos, PYMEs, asesorías y despachos profesionales en casi todo el territorio nacional, exigiendo una rápida adaptación tecnológica para evitar sanciones.